Frédéric, titulada en Farmacia en la UMH, se queda trabajando en Francia después del Erasmus

Mi experiencia en Francia empezó en enero de 2010, hará casi 2 años de ello. Fue un poco peculiar, la verdad, pero ha sido para mí un cambio brusco y muy bonito en mi vida.

Estaba acabando Farmacia en el campus de San Juan, salieron las becas Erasmus y decidí echar la solicitud para poder irme. Pensaba que me serviría para adquirir más conocimiento. Y, aunque me faltaba una asignatura  obligatoria y 20 créditos de libre elección por hacer, además de las Estancias de Farmacia (las estancias son nuestras prácticas de final de carrera, 6 meses en un hospital o en una oficina de farmacia), tenía muchos objetivos  por delante y sobre todo muchas ganas de irme, de espabilarme y descubrir nuevas cosas.

“Tenía muchos objetivos  por delante y sobre todo muchas ganas de irme, de espabilarme y descubrir nuevas cosas”

El gran problema que se me planteó fue: ¿Cómo realizar las estancias y el Erasmus en un mismo sitio? Tuve mucha suerte porque mi coordinadora de Erasmus de Francia me facilitó bastante la tarea poniéndome en contacto con la persona que gestiona las prácticas de Farmacia y así pude hacer mis prácticas en el Hospital de Dijon. Si os suena Dijon, seguramente sea porque ¡es una ciudad famosa por su mostaza!

Llegué a Dijon a finales de septiembre del 2010, ya tenía reservado mi cuarto en la residencia y me puse manos a la obra con el papeleo. A los franceses les gusta mucho el papeleo. Lo reconozco, tenía y tengo una ventaja enorme porque ya hablaba francés pero aun así no quiero que penséis que ha sido un camino fácil para que el hospital me firmara los papeles.

El papeleo

Pues, como sabéis, la empresa tiene que firmar un convenio con la universidad por ser nueva para estar dentro de la base de datos de ‘empresas colaboradoras’ y el anexo de estudiante en prácticas. Primero, fui a ver a la secretaria, una señora no muy amable, me miró los papeles y me dijo que eso no lo podía firmar porque el pie de página no estaba traducido  al francés. Vaya, pensé, ¿por dos líneas no me lo va a firmar?  Me dijo, también:”primero lo tiene que firmar tu universidad antes del día 10 de octubre”. Y estábamos a 28 o 29 de septiembre. Salí del despacho medio mareada y por suerte tenía el número del Observatorio Ocupacional metido en el móvil. Llamé y les expliqué el problema. Finalmente, con toda la amabilidad del mundo, me contestaron que ellos mandaban los papeles firmados pero que los tenía que mandar de vuelta. En nada fue resuelto el tema de firmar y mandar otra vez los papeles a Elche  y ¡aquí empieza la aventura!

Mis prácticas

Hice 6 meses en total en el hospital de Dijon, los tres primeros meses en Pediatría con nenes de 0 a  2 años, con otros estudiantes de farmacia. Nuestras tareas eran: verificar los tratamientos para nuestros pequeños pacientes, gestionar la farmacia (porque en cada servicio del hospital hay una), hacer los pedidos y, por supuesto, cuando hacía falta, preparar unas formulaciones con dosis menores.

Tuve mucha suerte porque había algunos estudiantes de medicina y de enfermería y se formó un ambiente muy bueno. Cuando  los padres no estaban podía ir a ver nuestros ‘pacientitos’, a ver lo que tenían y porque estaban allí. Y, así,  pude ver un gran número de enfermedades y síntomas que solo pensaba ver en los libros. Lo bueno de ello es que te das cuenta de la realidad de las cosas y puedes comprobar que una parte de lo que está en los libro es real y que otra parte se aleja demasiado de la realidad.

En paralelo a ello, hice  muchos amigos. Me llamaban ‘la española que hablaba francés’ y me siguen llamando así. Los bueno de irse es que te encuentras con un montón de personas que provienen de horizontes muy diversos y  te das cuenta que estás viviendo una experiencia única.

Una anécdota

Eran finales de noviembre, ya hacía frío en Dijon ya que la ciudad está en el norte de Francia. Una  mañana, abro las persianas y veo todo blanco. Cuando digo todo no bromeo, había caído 15 o 20 cm de nieve y me quede como una niña viendo caer esas pelotitas blancas por mi ventana. Esa mañana tuve que ir al hospital, andando, con mis botas para la nieve, y cuando llegué al servicio de pediatría no había casi nadie porque ¡todo el mundo se había quedado bloqueado por la nieve! Éramos tres estudiantes en vez de doce, no sé a qué hora terminé de trabajar ese día pero ya era de noche cuando volví a casa. A la mañana siguiente, con otros estudiantes de farmacia, no encontramos nada mejor que hacer que ¡una batalla de bolas de nieve!

Estuve tres meses más en el hospital en el servicio de endocrinología. Allí teníamos pacientes ancianos con diabetes o con problemas metabólicos, y tenía más o menos las mismas tareas.

Aquí no se acaba mi estancia

Os escribo desde Francia, hoy 4 de noviembre de 2011. Y si quería compartir todo esto con vosotros es porque gracias a mi estancia allí pude encontrar trabajo. Primero en verano en una farmacia. Y lo interesante viene ahora. En Francia hay programas especiales que se llaman contratos de profesionalismo: el objetivo es adquirir una experiencia profesional en una empresa cuando se  acaba la carrera, compaginados con clases de postgrado universitario.  En junio de este año, tuve dos entrevistas de trabajo para ese contrato especial: me cogieron en París y en Dijon. Decidí que me gustaba donde vivía y me quedé en Dijon. 

Trabajo actualmente en la empresa más grande de la industria farmacéutica de Francia. Trabajo tres semanas en la empresa y tengo una semana de clase al mes en el máster: “Administración Operacional de Industrias Internacionales de Salud” ( MOI2SE).

Consejos

Las prácticas en empresa  se valoran muchísimo a la hora de tener una entrevista de trabajo, hablar varios idiomas y, por supuesto, tener una experiencia internacional no tiene precio a la hora de entrar en el mercado laboral ya que hoy en día es para todos una gran preocupación. Donde trabajo actualmente  me cogieron por tener experiencia laboral en Francia y porque hablaba castellano.

Para terminar, mencionaré una frase de una profesora mía de Tecnología Farmacéutica en San Juan: “Sí, acabáis la carrera con la cabeza llena de nuestras enseñanzas pero aquí no termina el aprendizaje de vuestro trabajo. Solo empieza”.

Frédéric Paya H.

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