Andrea y Saray, dos terapeutas ocupacionales en India con la Fundación Vicente Ferrer
Experiencias de estudiantes en prácticas
Becas FARO, India, Terapia Ocupacional, Vicente Ferrer
28 de febrer 2011
Estábamos finalizando la carrera en el momento en el que emprendimos la búsqueda de prácticas internacionales. Lo primero que se nos ocurrió fue trasladarnos un tiempo a EEUU o Canadá con alguna beca. Nos informaron de las becas Faro y entonces decidimos buscar nosotras el lugar donde íbamos a realizar prácticas profesionales de nuestra titulación: Terapia Ocupacional.
Tras no obtener respuestas en América del Norte pensamos en otro lugar, de hecho otro continente: Asia y concretamente en la Fundación Vicente Ferrer en India.
Allí sí que nos dieron la oportunidad de hacer un convenio de colaboración y vivir en un colegio con niños afectados por diferentes patologías donde pudimos poner en práctica todo lo que habíamos aprendido en la Diplomatura en Terapia Ocupacional. Además el hecho de ir a un país con menos recursos hace que se te ocurran nuevas ideas en el trabajo. Al principio nos daba mucho miedo el hecho de irnos a una cultura tan diferente pero luego resultó ser
una experiencia maravillosa.
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Estuvimos en un colegio al que iban niños con diferentes tipos de parálisis cerebral, autismo o con problemas de psicomotricidad. El proyecto con el que íbamos a trabajar en un principio era el cultivo en un huerto, para estimular a los niños del colegio, que estaba situado en una pequeña aldea. Pero luego pudimos hacer más cosas, como elaborar férulas, organizar talleres de estimulación cognitiva o sensorial para entrenar las habilidades de estos niños discapacitados, estimular su psicomotricidad.
En el proyecto del huerto, que contamos con la ayuda de un técnico agrícola valenciano, los niños cultivaban un huerto con nuestra ayuda usando todo tipo de material: cubos, palas.
Nosotras allí estábamos tuteladas por el responsable del Área de discapacidad de la Fundación y también por un fisioterapeuta.
Nos volvimos muy contentas ya que la Fundación nos pareció justa. Habíamos oído que algunas ONG no eran de fiar pero la verdad que ésta se ha ganado nuestra confianza. Todo el dinero va destinado a los niños, a hospitales. En conclusión a contribuir al desarrollo del país asiático.
Animamos a todos los estudiantes a que realicen prácticas profesionales ya sean nacionales o internacionales, sin tener miedo de ir a un lugar diferente porque lo importante es ir encajando las piezas del puzzle que es tu futuro profesional cuando estás en la Universidad. Hasta en un país con menos oportunidades puedes desarrollar habilidades latentes que nunca habías necesitado mientras ayudas a gente con problemas.