Situémonos: Cork, pintoresca ciudad al sur de Irlanda; Cork Institute of Technology, institución integrada por fondos públicos y privados que se dedica a la formación y a la investigación; Rubicon Centre, centro donde se desarrollan proyectos innovadores para prototipos destinados a empresas privadas. Ahí es donde nos encontramos con Juan Fran Martínez Sánchez, titulado UMH en telecomunicaciones, (sistemas electrónicos) para el que trabajar con la tecnología más avanzada es el pan de cada día. Cuando le visitamos en las novísimas instalaciones de Rubicon, está atareado con un termómetro con ventilación asistida que mide la temperatura del flujo de aire; un electrooperador que será utilizado en tratamientos del cáncer; y unos sensores capacitivos táctiles. Vaya invento, los sensores estos. Hacen que los objetos obtengan información del entorno sin la necesidad de que haya una persona. Juan Fran afirma que “esto es el futuro” junto a un prototipo de mesa inteligente, la MeTTable. Es como la tecnología de Minority Report, pero en realidad más avanzada, porque no necesitaremos el guante que llevaba Tom Cruise. Hay una webcam que capta los movimientos humanos.

Juan Fran no cambia por nada del mundo lo que está haciendo en el Cork Institute of Technology. Pero para llegar hasta aquí ha necesitado tres años de dedicación y esfuerzo. Y pensar que todo empezó con una Erasmus… Juan Fran decidió que su Erasmus estudios iba a ser un poco diferente a la del resto de sus compañeros. Iba a aprovechar la estancia en el extranjero para buscar oportunidades de futuro y centrar su carrera. Hoy son los Erasmus españoles los que van a Juan Fran buscando pistas, cuenta entre risas, pero hace tres años, fue él quien se preocupó desde el primer día por saber cómo funcionaba realmente el CIT, con quién tenía que hablar, dónde estaban las oportunidades. Alargó su beca Erasmus todo lo que pudo, y es que el sistema educativo le cautivó desde el primer momento: no más de veinte personas por clase; fotocopias gratis y conteniendo todo el temario (por lo que no tenía que preocuparse por el inglés); una relación con los profesores mucho más personalizada y productiva… Poco a poco, Juan Fran fue teniendo claro lo que quería, y dio en el clavo cuando habló con un profesor que le ofreció un puesto como becario (los becarios aquí cobran más de mil euros). Siguió implicándose más y más, y empezó a compaginar la formación e investigación (cobrando entre 12 y 15€/hora) con los proyectos de industria (21 €/hora). Hasta que hoy, él mismo gestiona proyectos como Project Manager, tiene ocho semanas de vacaciones, no paga impuestos (es legal, tranquilos), y todo, en uno de los mejores institutos de investigación del país.

¿La clave? Que tuvo bien presente que todo se mueve por contactos, y que “si haces bien las cosas y tienes iniciativa, te apoyan”. Desde Cork, este teleco anima a los estudiante y titulados a que vayan al CIT a hacer lo mismo que él. Sobre todo gente de teleco, informática e industriales, con un nivel de inglés de First Certificate y un buen expediente. Seguro que la experiencia merece la pena. Todo parece ser que para él así ha sido. Tiene un trabajo que le apasiona, su inglés es para quitarse el sombrero, y empieza a encontrarse bastante a gusto en una ciudad y un país cuyas costumbres conoce como si llevara allí toda la vida. ¿Volverás a España, Juan Fran? “Pues viendo como estoy aquí, y como está la situación en España… Aún así, quizás algún día vuelva.

Otra historia exitosa de un titulado UMH. Con esfuerzo y dedicación se llega muy lejos.