La rebelión de los dátiles,… y llego Margarita
Experiencias de emprendedores, Programa de Emprendedores Universitarios (PEU)
Emprendimiento, Margarita Bru Candela
20 octubre 2010
Mi nombre es Margarita Bru Candela y estudié Investigación y Técnicas de Mercado en la UMH, después de haber cursado un Primer Ciclo de Sociología a través de la UNED. Son conceptos totalmente diferentes; una carrera la estudié de forma muy solitaria y fue muy duro. Sin embargo, la otra, que era presencial, la experiencia me resultó mucho más acogedora ya que contaba con la compañía de los profesores y de los compañeros, por lo que fue todo mucho más grato.
Así que, con ilusión, con empeño, con esfuerzo. si te caes te levantas otra vez, pero al final lo consigues, aunque no sea fácil. Si fuera fácil todos tendrían una empresa. Nosotros como titulados tenemos que ser los que demos ese paso con la ayuda de las universidades, del Observatorio y de otros organismos porque al final, lo que te propongas, lo puedes conseguir.
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Como mi idea era seguir estudiando y llevaba bastantes años en la UNED pero quería buscar otro método de estudiar busqué qué carreras había en Elche e Investigación y Técnicas de Mercado es la que más me gustó. Era una titulación que no conocía y al final acabó gustándome bastante.
Antes de plantearme si montar un negocio, ya en la carrera había una asignatura que se llamaba Creación de Empresas. Eso me hizo conocer cómo se pone en marcha una empresa y, bueno, la historia es que yo tengo tierra y me enteré de que el Ayuntamiento de Elche estaba distribuyendo palmeras de gran calidad y pensé, bueno, si son buenas y gratuitas por qué no montar algo. Tuve que asistir a unas charlas que explicaban en qué consistía esa variedad de palmera y me di cuenta de que eso era lo que Elche necesitaba: una palmera que, en la actualidad, da un fruto que no está en el mercado, un dátil fresco, que no se conoce y que se puede mantener perfectamente durante mucho tiempo. Precisamente, ese era el problema por el que antes no se había podido comercializar nuestro dátil.
En todo esto vi una oportunidad de negocio y pensé que en tenemos muchas palmeras, somos Patrimonio de la Humanidad y no tenemos un dátil de Elche. Así que me decidí a hacer un plan de empresa basado en estas premisas. La UMH y el Obsevatorio Ocupacional fueron los que me dieron el impulso para empezar porque nunca había hecho un plan de empresa y gracias a eso me presenté a concursos y gané premios, tres concretamente. Uno de ellos consistía en hacer un curso de creación de empresas que me enriqueció bastante, me aporto mucho. Si a lo mejor no hubiera tenido ese apoyo quizá no hubiera montado la empresa.
DATELX estaba enfocada a unir a esas personas que, como yo, había recibido las palmeras del Ayuntamiento. Era gente del Campo de Elche que quería tener un dátil de calidad y era necesario que nos agrupáramos para poder comercializarlo y que nos saliera rentable. Como se trata de algo novedoso, requiere una maquinaria específica que ni siquiera existe en el mercado, ya que el producto tampoco existe. Podemos encontrar el dátil desidratado, que es el que todos conocemos, pero el dátil fresco no. Es muy delicado y requiere una conservación especial. Si cada uno de nosotros tuviera que comprar la maquinaria necesaria no sería rentable, por lo que hacía falta que nos uniéramos para llevar a cabo la industria del dátil fresco de Elche.
Las dificultades a la hora de abrir DATELX pienso que son comunes a cualquier creación de empresa: mucho papeleo, mucha documentación, cumplir muchos plazos. nosotros no podíamos contratar los servicios de asesores porque es caro y más si dices que eres una empresa. Nosotros no teníamos ningún ingreso de ningún tipo porque no hay dátiles ahora, se supone que el quinto o sexto año después de plantar las palmeras habrá producción, pero los primeros años de implantación de la empresa todo es gasto. Así que la labor de los asesores lo hacíamos entre los socios.
Para financiarnos tocamos muchas puertas y pedimos muchas subvenciones pero no conseguimos nada. Lo más costoso era diseñar la maquinaria y eso lo tuvimos que costear entre nosotros. No hay producción de dátiles porque las palmeras son pequeñas y hasta que no se hagan grandes no habrá retorno. Sólo pagar. Sin embargo, sí conseguimos que el Ayuntamiento nos cediera las instalaciones y también nos pagaron los sueldos de los técnicos que son los que entienden del proceso de conservación del dátil. Era una gran ayuda porque no tuvimos que alquilar ninguna nave ni nada, sólo tuvimos que comprar la maquinaria. Este año conseguimos una subvención también por parte del Ayuntamiento, 12.000 Euros, que es una gran ayuda.
Es un proyecto muy bonito y yo sigo creyendo en él. Pienso que va a ser el futuro de Elche. Yo puse la empresa en marcha y está funcionando y, aunque estamos en una época mala, cuando la situación mejore esto va a salir adelante y vamos a ser conocidos en Elche por sus palmeras y por sus dátiles frescos.
Este proyecto me ha aportado mucha satisfacción. Para mí es un logro personal, un reconocimiento. Al ser algo muy novedoso me han llamado muchos medios para hacerme entrevistas, también han contactado conmigo las televisiones locales y autonómicas, he acudido a certámenes. luego he puesto mi granito de arena, he contribuido a una industria de futuro en Elche.