Imagenes que no pueden faltar

Siempre me ha atraído la idea de viajar al extranjero, ya sea por placer o por estudios, porque lo considero un intercambio cultural muy enriquecedor tanto a nivel personal como a nivel profesional. Por ello, no dudé en marcharme a Liverpool tras finalizar el último año de la titulación de Terapia Ocupacional para realizar un periodo de prácticas voluntarias.

Soy Iris Juárez, y soy Terapeuta Ocupacional

Tras perder la oportunidad de poder marcharme a Holanda mediante una beca Erasmus, tuve la suerte de recibir la llamada de mis profesoras de la titulación para informarme de que existía la posibilidad de ampliar mi periodo de prácticas profesionales en un hospital de referencia en Inglaterra. Con ello vi la oportunidad de ampliar conocimientos, mejorar el idioma y vivir dicha experiencia antes de verme inmersa en la búsqueda de empleo.

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Durante los meses siguientes fue todo organizar documentación junto con el Observatorio Ocupacional (quien respaldaba institucionalmente), buscar alojamiento, información sobre los vuelos, clases para mejorar el idioma, etc. y tener paciencia en toda aquella espera y preparación que precedía al viaje, la cual la considero igual de excitante e importante para aprender a autogestionarse y despertar cierta madurez para desenvolverse en asuntos algo más importantes.

Verde que te quiero verde

Las prácticas duraron dos meses, en los cuales además de estar en el Wrightington Hospital en Wigan, visitamos otros hospitales de Liverpool haciendo un recorrido por las diversas unidades donde trabajan equipos de Terapia Ocupacional. Tuve la oportunidad de contrastar distintas formas de trabajo, ver y participar en la aplicación de distintos proyectos tanto en hospitales como en colegios. No dejaba de sorprenderme la extensión de dicha profesión en Inglaterra, y esto me llevó a convertirme en una persona activa para participar en todas las actividades que pudiese y en observadora para absorber al máximo todos aquellos conocimientos tanto teóricos como prácticos que sabía iban a ser de provecho en mi futura práctica profesional.

Además del crecimiento académico, tuve la gran suerte de alojarme en casa de una familia cuyo acogimiento fue extraordinario y me facilitó en gran medida toda la estancia allí. En mi opinión, cualquier experiencia de este tipo, ya sean becas o prácticas voluntarias, y más si se traspasan fronteras, es una forma increíblemente enriquecedora que te da la oportunidad de aprender, consolidar conocimientos, desarrollar proyectos, etc. además de ampliar el abanico de posibilidades en cuanto a tu currículo en la futura búsqueda de empleo, debido a que hoy en día, tanto los idiomas como la formación en el extranjero son muy valoradas por todas las empresas e instituciones.

Bajo mi experiencia personal, recordar esta estancia me resulta algo enternecedor y a la vez me satisface haber podido aprovechar el cúmulo de circunstancias positivas con las que me encontré para vivir dicha oportunidad, por ello animo a muchísima gente a que dé el gran salto y aproveche todas las opciones que desde la universidad se les ofrecen para complementar la formación en el extranjero.