Academia de tenis ‘Equelite’
Tras despedirme con mucha pena de mi anterior grupo de trabajo, mi periplo comenzaba en Villena, en Equelite. Una de las academias más importantes de tenis, de las que han salido jugadores de la talla de Juan Carlos Ferrero, Justin Henin, Guillermo García-López, James Ward, Maria Sharapova… La academia de Tenis Equelite fue fundada por Juan Carlos Ferrero, número uno del mundo en 2003 y Antonio Cascales, su entrenador.
La verdad, tenía muchas ganas de empezar este periodo de prácticas porque el alto rendimiento deportivo es la salida profesional de la licenciatura en Ciencias de la actividad física y del deporte que más me interesa.
Al llegar, me recibieron José Luis Molina, jefe de preparadores físicos, y Fran Martínez, director de los entrenadores de tenis, los cuales, me indicaron cual sería mi labor dentro de la academia y me guiaron en los primeros días de trabajo. Me indicaron que mi principal objetivo en la Academia, era aprender y que me darían la oportunidad de ejecutar sesiones de entrenamiento, y así fue. En este periodo pude profundizar en multitud de aspectos relacionados con la preparación física gracias a los profesionales de la academia.
Durante las primeras semanas, me dediqué a conocer las distintas rutinas y trabajos que desarrollaban los jugadores que se encuentran en la academia. Conforme pasaban las semanas, e iba conociendo más a todo el equipo de trabajo y los propios jugadores, pude empezar a desarrollar entrenamientos con ellos, siempre en colaboración con los entrenadores de tenis, fisioterapeutas y psicólogos. Uno de los aspectos más importantes que he aprendido de la vida laboral es el trabajo en equipo y el trabajo multidisciplinar.
Asimismo, durante mi estancia en Equelite pude conocer a dos de los mejores jugadores de tenis del mundo, como son Juan Carlos Ferrero y Nicolás Almagro, y ayudar en las sesiones de trabajo físico que realizaban diariamente. Es importante remarcar este último punto, puesto que todo el mundo no tiene la posibilidad de trabajar con profesionales del más alto nivel, y poder ver qué hacen y cómo viven el día a día. También tengo que decir que ambos fueron muy amables conmigo y a pesar de llevar muy poco tiempo en la academia me trataban como si me conociesen de toda la vida y respetaban todo lo que les decía.
Otro aspecto importante son la relaciones personales que entablas con los propios jugadores de tenis, y el interés que crece en ti para que éstos puedan conseguir sus objetivos, y el ánimo que te da ver que los jugadores valoran tu trabajo. A pesar de estar poco tiempo, me permitieron aportar mi opinión, colaborar y desarrollar todo tipo de actividades.