Creadores de ideas y de nuevas profesiones
Extraído de: Expansión & Empleo 16.01.2012 Tino Fernández.
El cambio evidente del mercado laboral y las nuevas exigencias que precipitan la necesidad de capacidades y perfiles nunca vistos permiten pronosticar una variedad de sectores con futuro en los que las nuevas generaciones tendrán que adaptarse para triunfar.
Aconsejar a las jóvenes generaciones sobre la orientación profesional más segura y con futuro es una misión imposible, porque el mercado laboral y sus exigencias van a una velocidad muy superior a la del mundo académico en el que estos futuros profesionales se forman. A pesar de todo, prosperan los pronósticos sobre sectores y profesiones del futuro, basados en la evidencia de que harán falta otras capacidades y perfiles.
Esas predicciones apuntan hacia el sector de la salud y médico, con nuevas profesiones como los consejeros genéticos, terapistas respiratorios, bioinformáticos, diseñadores de órganos o nutricionistas. La ciencia y la ingeniería también son un vivero de nuevos perfiles profesionales del tipo de los nanotecnólogos, los ingenieros de simulación o los de recursos energéticos. El medio ambiente es asimismo un sector en alza, que promete nuevas profesiones con futuro, como los productores de alimentos orgánicos, los expertos en sostenibilidad o los gestores de residuos. Y el mundo digital asegura el auge de especialistas en ciberseguridad, técnicos de datos, consultores en educación a distancia, ingenieros expertos en la nube o desarrolladores de juegos multimedia.
Kevin Hallock, profesor de economía del trabajo y director del Instituto de Estudios de la Compensación en la Universidad de Cornell, pronosticaba recientemente en la revista Forbes “la desaparición de las profesiones de la clase media”, y analizaba lo que denomina como “el gran tsunami laboral que ya está cambiando la forma de trabajar, los modelos imperantes y las profesiones que antes servían”.
Lo cierto es que aún seguimos hablando de puestos de trabajo, y cada vez tiene menos importancia la posición concreta y más los creadores de ideas y de valor que trabajarán en una organización o por su cuenta. La tendencia será a que cada uno se comprometa con su propio proyecto empresarial, y se podrá dar el caso de relaciones laborales concurrentes.
Ante la duda acerca de qué tipo de decisiones se deben tomar para acertar ante las disyuntivas de carrera Julio Moreno, socio de Korn Ferry, explica que “tradicionalmente los perfiles de éxito han sido los expert, compañías basadas en el conocimiento experto, carreras lineales, procesos de maduración largos. En la década de 1980, con el fenómeno yuppy irrumpen los perfiles competitive, profesionales agresivos, dispuestos a todo por superar el resultado del año, el salario y el bono como gran incentivo. A partir de 2000, con un modelo de empresa más humanista y que valora más la sostenibilidad, los perfiles learning de profesionales generalistas, con curiosidad, polivalentes, y con visión amplia, son mucho más apreciados. En los próximos años, los perfiles entrepenurials, –personas que valoran positivamente el cambio, que reaccionan con agilidad, que no miden el estatus como un hecho económico sino por la importancia del reto, que sienten el negocio como propio– van a ser los más cotizados”.
Moreno añade que el perfil del futuro tiene cuatro grandes componentes: agilidad, plasticidad (adaptarse con rapidez a situaciones y entornos diversos), criterio (agilidad mental) y capacidad relacional. “Nada es genético, se desarrolla fundamentalmente a través del aprendizaje en experiencias. Los profesionales y los empleadores deben leer en un currículo y en una carrera profesional cómo la exposición a estas experiencias ha ido modelando el perfil profesional, más allá de contribuir a su cuenta corriente en el banco”. La era de las personas En el pasado World Economic Forum de Davos, el presidente y CEO de Manpower Inc., Jeffrey A. Joerres, actuó el concepto de ‘Human Age’ (la era de las personas y el talento) para referirse a un nuevo tiempo en el que “el talento es el nuevo factor diferenciador”. Una de las grandes tendencias detectadas por Joerres se refiere a los cambios demográficos y al desajuste del talento, que dificultan la posibilidad de encontrar a las personas con las habilidades adecuadas en el lugar y en el momento preciso. Para Manpower, el desajuste del talento combinado con las diferentes generaciones cambiará la forma en la que las empresas atraen, contratan y fidelizan. Uno de los grandes retos de las organizaciones será adaptarse a las generaciones de profesionales del futuro: para la ‘Generación Y’ no hay ascenso ni dinero que compense el trabajo tradicional, ni los modelos habituales de compromiso y relación con la empresa. Además, el envejecimiento de la población activa es imparable y esto implica que las compañías deben prepararse para resolver sus necesidades con una fuerza laboral envejecida. Varias generaciones tendrán que convivir en las empresas, conciliando intereses, culturas, modelos de trabajo y de compromiso.
Nuevas capacidades en un escenario de cambio
-Será necesaria una alta capacidad relacional a todos los niveles. Una apertura de miras y cultural desde el principio. Esto incluye una faceta internacional relevante, por lo que habrá que aprender a manejarse en diferentes culturas en sentido amplio.
-El concepto de capacidad de aprendizaje, que hace adaptables a las personas, se convierte en fundamental. Se valora “hasta qué punto alguien tiene capacidad para mantener su estado de ánimo y permanecer estable ante los cambios”, y la capacidad de adaptarse ofreciendo siempre resultados a la empresa.
-Se apreciarán cada vez más los profesionales que conocen en profundidad algo concreto y que aportan valor muy rápido.
-Se demandarán perfiles que puedan innovar y que conviertan una dificultad en reto o posibilidad.
-Se destaca el liderazgo personal como valor profesional, y suma a esto el espíritu imprendedor, que es el de aquellos que miran a su alrededor y, si no encuentran las condiciones adecuadas, las crean.
Si está parado y busca empleo…
Si está desempleado y busca trabajo no debe sentirse en una posición inferior. Sea visible y permaneza activo para demostrar su valía. Andrés Pérez Ortega, consultor en posicionamiento personal, sugiere algunos consejos:
-Preséntese a todos los contactos profesionales como un profesional y no como un parado.
-Participe en todos los eventos profesionales en los que se encuentren potenciales clientes o empleadores. Compórtese y preséntese como un profesional en activo y no como alguien que mendiga empleo.
-Aproveche cualquier ocasión para realizar trabajos que le permitan generar ingresos aunque no tengan la misma calidad que los que ha desempeñado hasta ahora.
-Actualice sus conocimientos o conozca otros campos. Debe tener un plan de I+D igual que una empresa y debe incorporar, al menos, dos productos nuevos a su oferta cada año (idiomas, tecnología, especialidades).
-Sírvase de todos los escaparates para demostrar la profesionalidad.