¿Cómo «venderse» en una oferta de empleo?
Desde la primera llamada o toma de contacto con el personal de la empresa, el interesado debe actuar como una oportunidad para darse a conocer y demostrar sus aptitudes. Su rapidez, su puntualidad, sus formas y sus capacidades de comunicación deben hacerse ver junto a una actitud receptiva y adecuada. Que sientan curiosidad por tu potencial es el objetivo esencial. Pero, ¿cómo demostrar todo eso en un currículum o en una carta de presentación?
Lo cierto es que no hay una regla de oro de cómo se escribe un currículum o una carta de presentación. No existe una plantilla generalizada. Por tanto, debe haber una presentación y una exposición de los datos que demuestre que es un documento trabajo.
Lo que sí sucede a menudo es que la persona que busca empleo, profesional o no, elabora su documento englobando todo lo que ha hecho a lo largo de su vida. Enviar lo mismo a 60 empresas de distintos sectores puede ser el problema por el cual, la persona interesada, aún no ha encontrado empleo. Y un buen recurso de mejora es la selección de tus hitos más importantes que a la vez se conecten con la empresa y/o con la oferta de empleo. Esto debe concretarse lo máximo posible para hacer ver que tú eres la persona idónea y la que responde al perfil o la imagen que promueve la empresa.
Candidatura espontánea
Una autocandidatura es un recurso que debe utilizar cualquier persona que no se conforma con cualquier trabajo. Primero, hay que echarle el ojo a una empresa que te llame la atención, que te provoque la sensación de que sería una buena opción laboral.
Una vez escogida la empresa, llega el momento de darte a conocer. Se puede hacer vía email y también buscando coincidir en algún seminario o conferencia con algún responsable para darte a conocer. Cuando te das a conocer hay que documentarse sobre la empresa, y no estaría de más que supieras el nombre de la persona a quien te vas a dirigir y qué labor desempeña, ya que esto te ayudará a desenvolverte en una conversación con más facilidad. Además, podrías llevar contigo tarjetas personales y algún currículum junto con la carta de motivación para entregarla cuando se encuentre el momento. Pero a la hora de dar estos documentos siempre hay que realizarlo con tacto y que no parezca una situación forzada.
Si la opción que eliges es el email, debes tener en cuenta que ya ése documento será evaluado. Y deberás presentarte y mostrar la inquietud que te ha llevado a contactar con esa empresa en concreto y no por otra.
Currículum Vitae (CV)
Lo primero es poner tus datos personales de una manera clara y visible: el nombre completo, teléfono, email y ciudad de residencia. La fotografía de carnet en España es importante pero no lo es en algún país extranjero, deberás informarte de los modos generalizados de estos documentos cuando desees trabajar fuera de España. El CV es un documento que sirve para venderse, mostrar tus estudios, premios, méritos, experiencia laboral, profesional, extras como la posesión de coche propio, la posibilidad de movilidad territorial u horario disponible para trabajar. Los idiomas son imprescindibles (reflejados en una tabla puede quedar mejor). También, éste es el documento donde puedes informar de tus aficiones o pasiones principales. Pero todos estos datos deberán ir en coherencia a la actividad que desempeña la empresa o el puesto que deseas conseguir. Deben ser relevantes.
A la hora de especificar capacidades como ‘saber trabajar en equipo’ se debe explicar con ejemplos. Estos pueden ser porque hayas trabajado en proyectos de grupo, o liderando cierto departamento con éxito. Pero en su defecto, también puedes utilizar aspectos de tu vida que te hayan otorgado dichas capacidades, como practicar baloncesto durante doce años y liderarlo más de un año.
La carta de presentación
En la carta de presentación también se pone tus datos personales (se debe poner a la derecha, y a la izquierda el nombre de la empresa a la que te diriges). En este documento se debe mostrar cuánto deseas pertenecer a la plantilla de la empresa. Por ejemplo porque es pionera en algún sector o estás muy interesado en una actividad concreta por tu experiencia. Documentarse es imprescindible. Podrás poner alguna capacidad profesional o laboral muy buena que tengas, y que te hayas guardado justamente para exponerlo en este espacio. Este recurso es muy recomendable si está bien enfocado con las tareas de la entidad.
También es muy importante una buena redacción, un correcto uso de las palabras y un estilo adecuado para acercar cómo piensas y ordenas los conceptos.
Por último, si buscas ofertas en el extranjero puede ser útil poner la dirección de Skype ante la posibilidad de efectuar entrevistas por Internet, o la dirección de tu blog personal.
Entrevistas
A la hora de la entrevista, debes causar buena impresión. Cuidar la imagen, el lenguaje y las formas de expresión (verbal, corporal y gestual). Puedes aprovechar esta ocasión para hacer preguntas y tener retorno o ‘feedback’. Algunas cuestiones podrían ser las siguientes: salario, horario, vacaciones, horas extras, movilidad, promoción, tipo de contrato, extras en especie o la posibilidad de revisión salarial. A la hora de negociar algún aspecto debe ser coherente con los requisitos para el puesto y tu competencia profesional.
En esencia, usar todo lo que esté en tu mano para sacar lo más potente de ti. Y si al fin tienes suerte y te convocan para una entrevista, que no se te olvide ser puntual (eso es quince minutos antes de la cita asegurando dónde te vas a reunir y si sabes llegar).
Para más información, se imparten talleres en el Observatorio Ocupacional los viernes por la mañana. Puedes consultarlos aquí.