‘Un teleco dicharachero’ testeando por Yokohama
Mi nombre es Miguel Delorme Ortega y fui alumno de la primera promoción de Ingeniería de Telecomunicaciones. Ya han pasado más de 10 años desde el inicio de aquel primer curso 1999-2000. Ahora a mis 28 años estoy viviendo en Yokohama y ya hace más de 4 años que trabajo en Japón.
Así que supongo que os preguntaréis cómo ha ido a parar un teleco de la UMH al país del sol naciente. Al formar parte de la primera promoción no llegué a considerar pedir la beca Erasmus y me concentré en terminar la carrera para posteriormente buscar prácticas en empresas.
A finales de 2004, el Observatorio organizó unas jornadas de orientación en las que un compañero Ingeniero Agrónomo por la UMH en Orihuela dio una charla sobre la organización IAESTE. El sistema para conseguir una práctica internacional me pareció muy interesante. En dos o tres semanas se terminaba el plazo para entregar las prácticas de empresas en España, que había que aportar al comité de intercambio para poder optar a una práctica en el extranjero. Me puse manos a la obra y tras contactar con varias empresas una de las cuales se comprometió a traer a tres estudiantes. Más o menos por esa época supe de la existencia de las becas Vulcanus en Japón.
Tras muchos viajes de ida y vuelta entre el CEGECA, la Oficina de Relaciones Internacionales y el Vicerrectorado de Estudiantes y Extensión Universitaria, a duras penas pude preparar todos los documentos necesarios para solicitar esta beca justo cuando acababa el plazo. Conseguir algunos documentos en inglés sellados por la universidad fue realmente una odisea.
Tras unos cuantos meses trabajando en el Proyecto Final de carrera se adjudicaron las prácticas IAESTE y me ofrecieron ir a Macedonia dos meses durante el verano.
En la beca Vulcanus me seleccionaron en la primera fase y tuve que elegir un par de ofertas de empresas japonesas a las que enviar una carta de presentación.Por si esto fuera poco, también iba participando con un par de compañeros en diferentes concursos de ideas empresariales como «Innova Emprende» en la UMH, Concurso SERVEF para Jóvenes Emprendedores y los «Premios Nuevas Ideas Empresariales» organizados por Fundeun.
Al final, la fase de selección final de la beca Vulcanus fue muy dura y no fui seleccionado, así que puse rumbo a Macedonia con IAESTE pero sin perder de vista Japón. La expenciencia en Macedonia fue muy buena por la gente y por el ambiente internacional del grupo. Aquí tenéis los relatos que en su momento hice en mi blog ahora abandonado (‘El teleco dicharachero’):
Tras buscar en cientos de páginas web, al final di con un portal de prácticas internacionales bastante enfocado a estudiantes alemanes (Kopra). Sin embargo, encontré algunas ofertas para ingenieros de telecomunicación y envié las solicitudes. Poco después terminé el proyecto y contactaron conmigo desde una de las empresas para ofrecerme un internship en Yokohama.
Así fue como llegué a Japón y al cabo de 6 meses de prácticas me ofrecieron un contrato y me quedé trabajando en el departamento de Compatibilidad Electromagnética y Telecomunicaciones. La empresa se llama TUV Rheinland Japan Ltd. y nos dedicamos entre otras cosas a Testing, Inspección y Certificación. He podido trabajar en proyectos para certificar todo tipo de productos, desde impresoras, televisores, teléfonos móviles, sistema de navegación para coches, cámaras de fotos, radares y, en general, cualquier dispositivo con un interfaz de comunicaciones.
Hacemos todo tipo de tests, ensayos, pruebas para comprobar que cada aparato funciona de acuerdo a determinados estándares. Por ejemplo, para poder comercializar un teléfono móvil en Japón es necesario cumplir con una serie de normas que regulan la potencia de emisión, el ancho de banda, la estabilidad en frecuencia y muchos otros parámetros que medimos en el laboratorio con analizadores de espectro, medidores de potencia, generadores de señal, etc…
Yo últimamente me encargo entre otras muchas cosas de los proyectos que realizamos como laboratorio autorizado por la Wi-Fi Alliance. Una de mis mayores satisfacciones en el trabajo es el hecho de trabajar con prototipos de productos que apareceran en el mercado al cabo de unos meses y ver la evolución de las tecnologías de telecomunicaciones desde dentro.
Las empresas japonesas suelen hacer grandes inversiones para desarrollar y posteriormente incorporar las nuevas tecnologías con bastante rapidez para innovar en el mercado. Parte de mi trabajo consiste en participar en grupos de trabajo internacionales que marcan las nuevas especificaciones y los requisitos para certificar todos estos nuevos productos.
Creo que el hecho de venir a Japón y estar trabajando aquí es básicamente el resultado de constancia y esfuerzo, tratar de hacer cosas diferentes, marcarse metas para alcanzar ciertos objetivos y tener ganas de aprender sin asustarse por los contratiempos.
A nivel personal, he encontrado muy buenos amigos de diversas nacionalidades. Asimismo, he podido disfrutar de diferentes culturas y sabores en los viajes que he ido realizando por el sureste asiático. Sin embargo, la aventura no ha hecho más que comenzar.
«Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca debes rogar que el viaje sea largo, lleno de peripecias, lleno de experiencias….»
Poema Ítaca de Konstantinos Kavafis